estamos de cuento

Bueno, terminó nuestro primer ciclo de trabajo con Ana Corti. Ahora sí, cuando nos vean, se dará cuenta que sabemos dónde están nuestros isquiones, nuestro hemipubis derecho, el izquierdo, nuestra espina ilíaca.... Quién diría que si uno se toca con una caña de bambú esas partes, se producen efectos increíbles en la emisión de la voz y en la escucha? Pues así es, seguimos haraganas para publicar en el weblog, para conseguir actuaciones, pero aprendiendo sobre nosotras mismas. Les regalamos una fotito

Les vamos adelantando

Tranquilazas, por el camino del sonido unificado, continuamos trabajando con Ana.

Una cosa es escuchar al otro, ese es -con suerte- un desafío que se nos presenta diariamente a las personas. Pero un desafío aún mayor es lograr además, escucharse a uno mismo en los demás y escuchar a los demás a través de uno mismo; pasar por el otro y que el otro pase por uno.

Para nosotras (un grupo de maravillosas neuróticas) ésto significa un replanteo, una movida de piso importante. Significa pasar relativizar el propio peso, cuestionar el propio lugar, reacomodarlo al de las otras. ¿Para qué? no dejaremos de ser neuróticas, eso nunca!!!! lo que nos interesa es la búsqueda de esa unidad cuyas piezas encastran mágicamente la una con la otra, esa unidad que no tiene una forma preestablecida, pero que cuando surje uno dice Sí!!! es por ahí!!! y se pierde en la inmensidad del sonido...

Como en la vida misma, las cosas no son ni negras ni blancas. Este mes estramos trabajando sin Macarena, una pena, nena. Que en realidad no es tal, ya que nuestra amiga amada de la vida se fue a trabajar a las Uropas. Como anda tan salada la contrataron para trabajar de intérprete. Así que BIEEEEEN porque le pintó ese trabajo y MMMSSGGFSÑLÑÑSSSSSS porque hoy no estás físicamente con nosotras.

Maqui, tu sonido pasa indudablemente por todas y cada una de nosotras, salú!